domingo, 1 de febrero de 2009

Pesadilla en Koh Samet


Esta noche me he despertado de madrugada. Miro a Silvia y me da la sensación que veo algo moviéndose a su lado.¡ Parece una serpiente!. Me froto los ojos y sigo viendo la misma imagen, me levanto cuidadosamente y me acerco por su lado, levanto la mosquitera lentamente pero ya no veo nada. Enciendo la luz y nada. Silvia ni siquiera se despierta pero yo he pasado un susto de muerte. Aún no me creo que lo que he visto sea una ilusión. Quizás ha sido una premonición de lo que me iba a pasar al poco rato. A las 7 me levanto y me voy a hacer mi baño en el oceano. Había salido de agua y he decido volver, a las pocas brazadas se me desprende el anillo de mi dedo anular, ¡MALDICIÓN!. Lo estuve buscando en el agua durante todo el tiempo que estuvimos en Koh Samet pero ya no lo encontré.



Todo el día se fastidia un poco pensando en el puñetero anillo. Menos mal que Silvia me anima y bueno, al final se queda como una mala anécdota. Ese día poco hacemos, descansar, buscar el anillo y hacer fotos de la puesta de sol desde la playa. Preciosas fotos.



Aprovechamos para tomar nuestros últimos mojitos en el bar guay y además allí mismo hacemos una cena de comida thai. No está mal para despedirnos de la isla.

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